Cosas que echamos de menos estando fuera de Canarias. Alguna que otra vez, uno de nosotros ha tenido que salir fuera de nuestra tierra y aventurarse a probar suerte muy lejos, cosa que se ha multiplicado con la crisis.
Cosas que echamos de menos estando fuera de Canarias
Unos por trabajo, otros por estudios, algunos seguro que por amor y más de cinco se han ido de vacaciones y no han vuelto ;). Para todos ellos este artículo que, a mi parecer, refleja lo que yo he echado de menos cuando he estado a kilómetros de casa.
Antes que nada lo primero es el SOL, en mi caso porque estuve en Madrid y luego Alemania, el SOLAJERO, la PLAYITA, el saber que puedes vivir inviernos de 24 grados, estar moreno todo el año, etcétera; eso, no lo compras con nada.
Después de aceptar que iba a estar blanco la mayoría del año y que usar orejeras, guantes y bufandas iba a ser algo normal, entonces empecé a echar de menos el POTAJITO, ese potaje de abuela que pasó a mi madre y que yo lo aliñaba cariñosamente con PLÁTANO picado, GOFIO y QUESITO BLANCO.
Me acostumbré a las sopas de bote aunque tuviera que imaginar una PIÑITA o unas COSTILLAS saladas.
Ya aceptado el frío y entendido que comer potaje no era una realidad, empecé a hacer «amigos», digo amigos entre comillas por una sencilla razón, les pregunto, ¿qué amigos son esos con los que NO puedes irte de PATEO, irte a TOMAR UNAS GARIMBAS, una doradita o una tropical al bar? Esos, señores, no son «amigos», son conocidos de viaje.
Pensé que comiendo fuera, en algún bar extranjero podría acercarme un poco a casa. Sin embargo mi angustia aumentó cuando recordé la famosa frase de mi gente los sábados por la tarde…«Esta noche de fiesta y mañana empatamos de GUACHINCHE». Ya vinieron a mi mente esas chuletas con mojo rojo, papas arrugadas, el vasito de vino, el escaldón, rematado con un BARRAQUITO, todo eso en un ambiente auténtico, sentado en barriles, pisando tierra, mi tierra.
Para acabar con la comida, que parece que es lo que más me ha afectado, remato mi tristeza con los desayunos. Estos desayunos eran desabridos esperando mi LECHE CON GOFIO.
En mi caso fui a estudiar y trabajar. En los trayectos de cada día descubrí algo que me faltaba, nadie me llamaba a gritos «MUCHACHO» !! Y a la hora de entrar en las tiendas parecía ser invisible, en mis islas siempre te reciben con un «qué tal?» «que paso?» «buenas tardes«, etcétera.
Podría decir mil cosas que me hicieron falta, comer lapas, higos picos, escuchar decir guagua, mi niño, uff tantas cosas.
En definitiva, está muy bien eso de conocer mundo, pero eso sí, con unas condiciones, no estar lejos de casa más de dos semanas y si es así, llévate a tu madre para que te haga el potaje, un bote con arena negra de playa que huela a mar y un par de colegas que aunque te lleven al McDonald, ellos digan, NOS VAMOS DE GUACHINCHE !! Yo amo Canarias y tú? Dime y comenta que cosas has echado de menos estando fuera.